Jun 20, 2016
Una de las principales ventajas del uso de fuentes como la eólica es su capacidad para no emitir contaminación a la atmósfera y abastecer la demanda de electricidad sin perjudicar el medio ambiente. Sin embargo, el mayor desafío al que nos enfrentamos es encontrar la manera de almacenar el excedente renovable y poder reutilizarlo cuando sea necesario. En este sentido, el hidrógeno parece ser la respuesta para poner en marcha el futuro del sistema energético mundial.
El hidrógeno se describe como el combustible del futuro, ya que permite producir electricidad a través de las renovables. Para producir este elemento, se necesita realizar un proceso llamado “electrólisis” que utiliza agua y electricidad como “materias primas”. Como la energía eólica, en ocasiones, genera más capacidad de la que se consume, puede aprovecharse el sobrante para producir hidrógeno de manera limpia y sostenible.
Siemens ha investigado las ventajas de este sistema en su planta de electrólisis en Maguncia (Alemania). En sus instalaciones se utiliza la tecnología PEM (membrana de intercambio de protones), que permite la captura y el almacenamiento del hidrógeno.
La fábrica obtiene la energía generada por las turbinas eólicas y la transmite a unos dispositivos llamados electrolizadores, que pasan la electricidad a través del agua para dividir este líquido en hidrógeno y oxígeno. Una vez obtenido este elemento es almacenado y luego puede utilizarse para:
- Procesar hasta 6 megavatios de electricidad, lo que la convierte en la instalación PEM más grande de su tipo.
- Abastecer de electricidad a más de 2.000 coches.
- Responder a las fluctuaciones en la producción de energía en milisegundos.
La planta es una colaboración conjunta entre la distribuidora de electricidad Stadtwerke Mainz, el fabricante de gases industriales Linde, Siemens y la Universidad de Ciencias Aplicadas de RheinMain.
Fuente: ciudadesdelfuturo